viernes, 19 de junio de 2009

RESPUESTA A "EL HOMBRE Y EL MITO"

Hola Frank, mi amigo:

He leído tu post con atención. El tema del mito es interesante como casi todo lo que no podemos ver claro, diferente a la razón, y aunque la forma como lo has planteado es un poco confusa, voy a opinar.

Primero, por la forma como lo has planteado, y si no me equivoco, tu intensión ha sido querer mostrar al hombre como un ser esencialmente fantaseador, metafísico. Desde que llega a homo sapiens , hasta el momento que despierta a la vida como infante . En lo más íntimo y privado como sujeto que sueña, enferma, delira o como creador de cuentos folclóricos en comunidad, y también en ambos sentidos: como creador de arte, de ciencia, etc. el hombre sería una especie de isla rodeada de fantasía que se crea una imagen de si mismo y del mundo, que en apariencia es verdad y científica; pero que en el fondo también es un mito más.

Es una idea respetable, como todas, por supuesto; pero también muy problemática. La intención creo entenderla; pero no estoy seguro del objetivo ¿para qué?

Pero lo confuso está en los diversos sentidos que le das a la palabra mito, y poner en ella asuntos tan diversos como la percepción en el infante, del delirante, del poeta, del cuento folclórico, del científico, etc. que el término “mito” resulta tan amplio que termina confundiendo más al lector – o a mí al menos-. Creo que si hubieras empezado definiendo la forma como entendías la palabra mito nos habrías hecho un favor a los lectores. Y también ordenando un poco: empiezas afirmado que la “mitomanía” ( ¿no es eso una enfermedad mental?) es una característica en el hombre cuando creo que esa era la conclusión. O sea “El hombre desde que evoluciona…el infante…el pintor…el delirante…el científico…hacen mitos, por tanto el hacer mitos es una condición existencial en el hombre” nada, más, o sea una cuestión formal de orden, para darle un poco de claridad al argumento, no te vayas a enojar, te lo dice alguien a quien han acusado de desordenado).

Y también me parece que si hay una diferencia notable entre un cuento folclórico y la ciencia, que debiste hacer notar. No digo que no sean mitos, no sé, tal vez Einsteín sea el chaman de nuestra moderna “aldea global”; pero si creo que hay una diferencia entre una cultura y otra. Es decir entre la cultura del sujeto que mira y enuncia tal calificación y la del otro, pues es generalmente “al otro” al que se endilga tal calificación, pues creo que ningún científico aceptaría que esta haciendo mitos. Esa es la diferencia que se obvia si metemos a los dos en el mismo saco y decimos “todo es mito” pues tu propia afirmación terminaría convirtiéndose en un mito también. Yo entiendo lo mítico en contra posición de algo “que no es mítico”. Es decir claro y “racional”. Por eso si pones la ciencia, que es lo más racional y demostrado que tenemos, como un mito más ¿entonces cuál sería el fondo más claro y racional sobre el que se diera el mito de la ciencia ¿ creo que esa sería la paradoja que se crearía si tomamos todo como mito.

Pero, bueno, no quiero sólo escribirte para hacerte críticas. Creo que en la universidad sufrimos de eso que llaman “critica machetera”, es decir la de criticar por criticar desde ninguna parte, y yo quiero hacerte una propuesta que espero ayude en algo a tu aporte. Sino te parece sólo dilo que a mí no me molesta.

Bueno yo sospecho que el problema del mito es el problema de la razón, la claridad, la ciencia occidental, con la magia, la religión, el mito de otras épocas y culturas, parte de la distinción lógica. Desde la claridad que se establece en la Grecia antigua respecto a otras épocas y culturas. Me refiero especialmente al “Poema de Parménides”. Cuando en el poema se establece la distinción entre lo que es y no es Ser, digamos que inicia la claridad en la lógica occidental: los principios de identidad, no contradicción y tercio excluido que la lógica y la ciencia utilizan hasta ahora; pero que también condena a estar fuera de ese entendimiento a otras manifestaciones culturales, pues lo que se construye a partir de ello es claro y “lógico”; pero pone todo lo que es diferente en el campo de lo oscuro, lo mítico, lo mágico, o como se le llame. La reflexión crítica posterior que hace la filosofía también tiene esa lógica racional, y esa es precisamente lo que lo diferencia de las otras manifestaciones míticas, que son aceptadas y creídas más bien por convicción. Y creo que eso desde el comienzo se va notando. Platón, por ejemplo que es el gran seguidor de Parménides, utiliza “mitos” pero generalmente sólo con afán didáctico. No los cree. Precisamente por que, me parece, está en la lógica que inició Parménides, y puede notar la distinción.

En la época medieval también se utilizó la lógica; pero la teología cristiana nos parece oscura, solo “religiosa”, porque está situado en otro horizonte, en otro paradigma digamos, pues para nosotros, hijos de la ciencia natural y el pensamiento positivo, “lo que es” es la materia, el objeto material; mientras que para los medievales “lo que es”, lo que existía realmente era Dios, y a partir de esa ”verdad evidente” como base podían armar un razonamiento lógico diferente.

Pero a lo que quiero ir es que hay cosas que podían cambiarse para mejor. Lo digo porque justo ahora estuve leendo el texto de Heidegger “El fin de la filosofía y la tarea del pensar” donde muestra ya las consecuencias de esa racionalidad: “La tecnociencia”, el “pensamiento instrumental”, que terminan negando la metafisica, y que él considera verdadera filosofía. La tarea que pone, es pensar ya no la verdad, la certeza, la claridad, sino lo que hace que ellas sean, lo que hace que esas se den. Y me parece que el propio poema, Parménides es el origen de esa verdad; pero que pudo ser diferente, pues en el propio Poema Parménides descarta otra variante. Creo que sería algo así como: “lo que es y no es” a la vez. O sea, pudo “ser y no ser”. Por supuesto que él trata de razonamientos abstractos; pero los razonamientos se aplican también a todas las cosas de la vida, y si a los griegos ( o a Parménides al menos) les hubiera importado lo que pensaban los extranjeros, los bárbaros, hubiesen podido pensar : “lo que es, es para mi; pero es posible que para otro no sea”, es decir, el gran problema actual de la otredad, de la interculturalidad, de las otros pensamientos míticos, mágicos, etc. (incluidos los andinos que hubieran sido bárbaros para los griegos). Pero cuando mencionó que la verdad era una y “bien redonda”, es decir que solo había una, terminó determinando una sola, algo que se aplicaría a las cosas materiales, por ejemplo, “esta piedra”, es piedra y no otra cosa; es decir, no mortero, no pisapapeles, o lo que sea, entra al problema de “lo que la hace ser lo que es”, y “las definiciones”, “el ente en cuanto ente”, etc. todo ese rollo esencialista que seguimos cargando hasta hoy. Y que condenó al que piensa diferente a estar equivocado, ser mítico, mágico, irracional, o lo que sea.

Creo que junto a ese inicio de pensar en la verdad como única, de un Dios como único, una verdad científica como única partiendo de esa lógica, y la ambición material como motor, el pensamiento occidental, ya tenia el formato para convertirse en la eficaz maquina para arrasar y dominar otras culturas. Ahora recién se empieza a tocar los tema del otro o de la filosofía intercultural; pero me parece que ya es tarde, ya no quedan muchos pueblos con pensamiento “mítico”, nuestra racionalidad las ha barrido a todas.

Bueno ahí lo dejo, no sé que piensas.

Un abrazo.

Omar

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