sábado, 23 de mayo de 2009

Respuesta al post "Profesional de Filosofía: SE BUSCA TRABAJO"

Este comentario es una respuesta al post Profesional de Filosofía: SE BUSCA TRABAJO

El futuro que pintas para el egresado no es nada esperanzador por cierto; pero tampoco me parece una condena de por vida. Algunos afortunados seguirán estudios de postgrado en el extranjero, otros estudiaran otra carrera o balancearan su trabajo con otras actividades: El profesor Zenón Depaz por ejemplo escribe una columna de opinión en el diario La Primera. Hace algunos años el profesor Juan Abugattas era viceministro de educación, y mucho antes Augusto Salazar Bondy fue ministro con un importante papel durante el gobierno de Velazco. Claro, ya se que a ellos no se les puede tomar como “egresados”; pero lo digo para hacer notar que si bien el futuro inmediato de un egresado no es el mejor, si existen posibilidades de desarrollo (siempre y cuando seas bueno por supuesto).

Lo que me preocupa a mi no es sólo el negro futuro que tendremos que enfrentar como egresados; sino también el negro prestigio que nos vemos obligados a cargar. Es cierto que la sociedad no tiene mucho que ofrecernos; pero sería bueno preguntarnos ¿por qué? y ¿cómo devolver esos 5 años de estudios universitarios realizados a costa del bolsillo de los contribuyentes en un país de subempleados y exportador de mano de obra barata? Si lo tomas desde ahí la pregunta ¿para que sirve la filosofía? no sólo tiene sentido sino que además es necesaria. En realidad, la visión de cualquier ciudadano (incluyendo a nuestros compañeros de otras facultades), es que un filósofo peruano es algo así como un pobre diablo que para preguntándose si el mundo existe, un agitador político o, en el peor de los casos, un terruco. Fastidia un poco decirlo; pero creo que lo merecemos: vivimos dándole la espalda a la sociedad y la sociedad nos da la espalda a nosotros. Por creernos los aristócratas del intelecto tercermundista no hemos sido capaces de construir una tradición arraigada en nuestros problemas y hemos mantenido nuestro oficio como un patético ejercicio de decoración sin que le importe a nadie, o a lo más a unos cuantos refinados. A ver ¿quién de nosotros puede decir que ha visto a un filosofo peruano en un debate nacional donde brille su cultura, la lucidez de su razón o la solidez de sus argumentos. O, mejor aún, en una mesa redonda televisada donde sus propuestas sean debatidas por historiadores, sociólogos, políticos, etc. sin embargo qué peruano de a pie no sabe que algunos filósofos están en la cárcel. El futuro que heredamos no es pues el mejor; sin embargo si creo que somos necesarios: el momento que nos ha tocado vivir es conflictivo. Con el supuesto fin de la modernidad, nuestra concepción de progreso, de naturaleza, de estado-nación, etc. necesita ser repensadas; pero como es tradicional en San Marcos nos profesionalizamos en silencio místico o cultivamos el chongo oral, más llamado “raje filosófico”. Para no ir muy lejos, hace sólo unos meses el ex presidente Alberto Fujimori fue condenado a 25 años de prisión en una condena que se comenta como brillante ejemplo de lógica jurídica. En filosofía abundan los lógicos ¿Dónde está el lógico que haya analizado, explicado, y comentado ese caso de lógica jurídica para nosotros los profanos? No he sabido de ninguno. Hace poco en el mundo entero celebró el Día mundial de la tierra apagando la luz por 60 minutos como llamado de atención contra el calentamiento global ¿no hubiera sido bueno que un epistemólogo nos diga y explique y escriba sobre el impacto de la ciencia y la tecnología en la naturaleza? El sistema financiero colapsa, la crisis económica afecta el mundo, y en las universidades de Estados Unidos se estudia El capital de Marx. En San Marcos abundan los “estudiosos del marxismo” ¿no serían ellos los mejores en hacer una critica informada de ese estudio liberal de Marx? Y así un montón de cosas: una enferma italiana en estado de coma es desconectada de un respirador artificial, hay peligro que la empresa google monopolice los derechos de autor de todos los libros del mundo, unos inmigrantes africanos son drogados por la policía de inmigración para ser deportados sin problemas (lo que nos dan ejemplo de que los europeos no son tan civilizados, liberales, y respetuosos de los DD HH que nos dicen). Y en el San Marcos, los filósofos nos preguntamos en qué voy a trabajar (no cuestiono la validez de la pregunta sino su provocadora ingenuidad) ¿No fue Sócrates uno de los grandes filósofos porque salió a la calle a conversar con sofistas, dramaturgos, esclavos, extranjeros y preguntarles lo que pensaban? Que nos guste hablar de la doctrina trascendental de Kant, de la mundaneidad del mundo en Heidegger, de las reducciones fenomenológica en Husserl, etc. me parecen bien, nos crea la ilusión de ser refinados, inteligentes, académicos y todo eso; pero creo que la filosofía empieza por querer ver claro y entiendo por “ver claro” empezar por darse cuenta donde estamos parados. Tratar, ocuparnos de lo que nos pasa en el mundo e intervenir no me parece no-filosófico. Creo que si, si lo es: es empezar a justificar la filosofía, es decir demostrar porqué “es”, y porqué “somos” necesarios. Es un trabajo de fundamentación como cualquier otro y también de querer trabajar y de vivir de su trabajo, como cualquier ser humano.

Un abrazo.



Omar Viveros

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