sábado, 30 de junio de 2007

Crónica de un encuentro filosófico informal



¿DOS ESCUELAS?
Una conversación entre alumnos de Filosofía de San Marcos y la Universidad Católica muestra que no todo está dicho.



Yo creía que reunirnos iba a ser una tarea ardua. Pensaba que los estudiantes de Filosofía de la Católica y San Marcos éramos demasiado diferentes como para ser amistosos, que no íbamos a poder escapar a la identificación con dos bandos contrapuestos. A propósito de la polémica provocada por el filósofo argentino Mario Bunge, hubo quienes afirmaron que mientras que en la Católica se le cuestionaba, en cambio se le defendía en San Marcos. La idea de juntarnos era para explorar si nuestra condición de estudiantes de Filosofía nos hacía ver las cosas de modo diferente. Asimismo, para establecer si nos adheríamos a las posiciones que habían hecho públicas algunos de nuestros profesores. Mis reservas iniciales se disipan rápidamente. Mi propuesta es acogida con entusiasmo. Hay mucho interés en saber en qué está cada uno. La conversación resultará muy provechosa.
Sentados en el patio del segundo piso de la Facultad de Letras de San Marcos, esta tarde asisto a algo poco común: la reunión de dos grupos que aunque saben algo acerca de lo que cada uno hace, generalmente no se comunican. Todos los rostros expresan interés. Y aunque algunos no hablan mucho, otros no dudamos en expresar nuestra curiosidad. Aunque sólo somos unos cuantos representantes de cada universidad, saldrán a relucir cosas importantes.
La idea es dejar de lado la figura de Mario Bunge para centrarnos en los problemas que, según algunos, se derivan de su posición. Sus críticos han calificado de cientificista la visión del conocimiento que tiene y han advertido sobre sus consecuencias. En cambio, sus defensores rechazan esa caracterización y aducen que proviene de una mala interpretación de su pensamiento. Pero tal vez porque al querer dejarlo de lado lo he mencionado demasiadas veces, y porque finalmente sí hay cuestiones importantes en cuanto a la manera como ha sido tratado a lo largo del debate, la discusión empieza centrada en Bunge. Es, al parecer, inevitable.
Lo primero es aclarar lo que realmente pertenece al pensamiento de ese filósofo, sobre el que pesa la acusación -ya no sólo la sospecha- de estar enrolado en las filas del Positivismo. Los sanmarquinos, que vienen preparados más bien para una discusión de corte académico, toman la palabra. «La idea del hombre como un factor lógico (típico del positivismo) no está presente en la propuesta bungeana. Para Bunge las subjetividades constituyen parte de un discurso distinto, al que denomina el lado incierto, y al cual el método científico no logra abarcar», adelanta uno de ellos.
Otros colegas suyos coinciden con él en cuanto a que el ámbito de lo subjetivo tiene para Bunge un discurso propio, distinto al de la ciencia. Su validez, a diferencia de esta última, no radicaría en su capacidad predictiva, sino en otros elementos. Uno de estos sería, por ejemplo, la capacidad de proporcionar a los hombres criterios para escoger sus valores morales.
El pensamiento de Bunge ha sido asociado al Positivismo Lógico. Pues bien, lo que para los sanmarquinos diferenciaría a Bunge de los positivistas lógicos es que para aquél la verdad de un enunciado no radica en la posibilidad de ser verificado empíricamente. En este punto de la reunión sólo los sanmarquinos hablan de la posición de Bunge. Esto se explica porque en San Marcos la currícula de filosofía incluye la lectura de sus escritos. En la Católica, no. Lo que en ellos podría parecer una defensa de Bunge no proviene tanto de una aceptación de éste, como de un rechazo a lo que se le ha atribuido. Tratando de explicarse por qué se había dicho entonces que Bunge es un positivista -y siguiendo en esto lo que algunos han denominado su formación hermenéutica-, un alumno de la Católica se pregunta qué concepción de la ciencia es la que éste maneja. «La razón de esta pregunta es que la división entre ciencia y no-ciencia hecha por los positivistas no logra captar lo que Husserl llamó “el mundo de la vida”», agrega.
La crítica husserliana estuvo dirigida en su momento a la idea de que una concepción como la positivista -que sostenía que el método científico, por ser riguroso y exacto, debía ser extendido a todos los campos- estaba llevando a dejar de lado el discurso acerca del hombre-involucrado-con-el-mundo. En la visión positivista, como el método científico no puede ser aplicado a este tipo de problemas, estos son considerados carentes de sentido e incapaces de proporcionar conocimiento alguno. Bunge rechaza una idea tan estrecha de la verdad, aunque esto no permite afirmar que su posición frente a ella sea la misma que la de Husserl. «Justamente, la crítica de Bunge a la microeconomía está dirigida a que ésta trata al hombre como una mera variable estadística, sin tomar en cuenta que hay miles de elementos subjetivos que la hacen demasiado imprecisa», dice el de la Católica.
Lo que plantea el estudiante con la pregunta sobre la concepción bungeana de la ciencia, es dónde ubicar a Bunge, puesto que éste rechaza explícitamente la postura del positivismo así como la de Husserl, aunque por momentos parece acercarse a este último. Es aquí cuando intervengo: «creo que la asociación hecha entre Bunge y el Positivismo surge cuando él habla de disciplinas rigurosas, ya que existe la tendencia a asociar los discursos llamados exactos y con una mayor capacidad predictiva, con la idea de que son superiores a otros». Un sanmarquino aclara que, según Bunge, se trata simplemente de discursos distintos que constituyen esferas diferentes, aunque interconectadas, de la realidad. «Lo que él denomina charlatanería -dice, corrigiendo lo que muchos de los críticos de Bunge parecen haber entendido mal-, es lo que se da cuando uno de esos discursos pretende enjuiciar a otro usando para ello su propio lenguaje y transgrediendo así los límites de éste».
Hecha esta aclaración ambos grupos llegamos a un primer acuerdo. «Si es así, no hay problema», parecen decir unos y otros, aunque algunas miradas reflejan un cierto aire de insatisfacción. Los de la Católica parecemos preguntarnos si lo dicho no es sólo una interpretación generosa de los sanmarquinos, pero, en un primer acto de diplomacia, simplemente asentimos. Los dos grupos establecemos así que la identificación entre Bunge y el Positivismo Lógico se da tal vez porque él propone que el discurso filosófico debería quedar restringido al campo de la Epistemología, de la Lógica, analizando las distintas aplicaciones que éstas pueden tener. En este punto estamos nuevamente de acuerdo en considerar que la actividad filosófica tiene alcances mucho más amplios. «Al querer hacer una filosofía científica Bunge pasa por alto que la Epistemología es sólo una de las aplicaciones del discurso filosófico», resume un sanmarquino.
Finalmente, logramos dejar de lado al filósofo de la discordia (Bunge), para pasar a hablar de las implicaciones de una defensa cerrada del cientificismo. Si algo o alguien se hace acreedor a una condena en este pequeño cónclave informal es precisamente el Positivismo o Cientificismo, cuya estrecha concepción de la verdad y del conocimiento es objeto del rechazo unánime de quienes estamos reunidos. Los sanmarquinos niegan cualquier identificación con esa postura -a la que algunos los vinculan-, alegando que «ese lado monstruoso de la ciencia, que trata de abarcarlo todo, es algo que en San Marcos se critica mucho. Lo peor de un discurso como ese es que desprecia aquello que no puede abarcar». En la actualidad, la defensa del cientificismo se traduce como una apología del neoliberalismo en el campo social, que deja como saldo la imagen de que el hombre es mejor cuánto más competente se muestre dentro del sistema. Es el dominio de la técnica lo que posibilita esto. Así, la felicidad en la vida del hombre estaría determinada por su reconocimiento dentro del sistema, en base a los criterios antes mencionados.
Por último, tocamos el tema de las diferencias en cuanto a la forma de estudiar filosofía en la Católica y en San Marcos, que es lo que ha llevado a que algunos identifiquen a esas universidades con las corrientes hermenéutica y analítica, respectivamente. Ambas partes rechazamos esas etiquetas como una simplificación. La diferencia es otra: mientras en San Marcos se privilegia el estudio de la historia de las ideas latinoamericanas y sobre todo peruanas, la Católica se centra en el estudio de los autores clásicos y, en particular, foráneos. «Incluso en el extranjero, si a uno lo invitan, va a ser para que hable de lo que le es propio», justifican los sanmarquinos. «Es muy importante marcar la propia postura estableciendo las diferencias que ésta tiene frente a las pautas más importantes, por lo cual es fundamental conocer esas pautas», precisamos los de la Católica.
Nuevamente, ambas posiciones no se muestran excluyentes entre sí, pero creo que detrás de las sonrisas cada grupo tiene una defensa más fuerte de su postura. El problema que se me presenta al hacer la crónica de este encuentro entre estudiantes de filosofía, es que de ambos lados nos hemos mostrado tal vez demasiado conciliadores. La discusión se ha movido un poco en el nivel de lo “políticamente correcto”, sin arriesgar posiciones más francas ni tocar a fondo temas importantes, aferrándonos tal vez a aquellos puntos en los que se piensa lo mismo. Lo que me parece una muestra de excesiva diplomacia es posiblemente el producto de un primer encuentro, y no se trata de barras de fútbol, sino de estudiantes de filosofía. Puede ser también una muestra del deseo de que esto no se quede en una iniciativa aislada, sino que sea el primer paso hacia algo que se debería convertir en una constante entre los estudiantes universitarios. Y lo digo porque a lo largo del encuentro vi rostros ávidos de conversar. Espero no ser demasiado dura, pero tanto acuerdo me parece sospechoso. Además, si todo fuera tan bonito y tan fácil, ¿para qué seguir dialogando? (M.B.)



María Balarín


REVISTA QUEHACER 102, REVISTA BIMESTRAL DEL CENTRO DE ESTUDIOS Y PROMOCIÓN DEL DESARROLLO - DESCO, Págs. (69 - 72)

Galileo y el cambio de paradigma conceptual


En mi escrito “Galileo y el cambio de paradigma conceptual” explicaré el proceso intelectual de Galileo (1564-1642) desde dos aspectos: el aspecto histórico y el aspecto estrictamente filosófico.

ASPECTO HISTÓRICO:

Primero, cuando Galileo ingresa en 1581 a estudiar en la universidad de Pisa, su primer influjo intelectual fue Arquímedes. En sus escritos llega a designarlo como el divino, el sobrehumano, el inimitable. Arquímedes ejerció poderosa influencia en Galileo, pero no a través de la geometría o de la matemática pura, sino a través de los principios físicos pro­puestos por aquel griego. Galileo asimiló aquel proceso que implicaba partir de principios intuitivos y a través de procedimientos matemáticos (desarrollados con todo rigor lógico) obtener leyes naturales. Sin embargo, Galileo se separa de Arquímedes en que no trata de obtener una ley en el campo ideal de la matemática, sino en el campo real de la naturaleza, y de ahí la necesidad de su comprobación en tal mundo real. Es decir, complementa el modelo matemático de Arquímedes con su método experimental. Conduciéndolo a uno de los prin­cipios básicos de la física actual: el poder de la matemática como herramienta indispensable en la investigación de las leyes naturales.

Segundo, en esta época la ciencia y la filosofía estaban bajo el influjo de Platón y de los peripatéticos (aquellos seguidores de la filosofía aristotélica). Además la astrología tenía aceptación en todas las clases sociales. En astronomía, la Iglesia Católica defendía dos con­cepciones astronómicas distintas: a) la teoría de Aristóteles de las 34 esferas concéntricas, la cual es un sistema matemático (geometro-cinemático) sin realidad física alguna, que era una modificación del sistema astronómico anterior (platónico-pitagórico). b) la teoría de Ptolo­meo, la cual afirma que la tierra está fija e inmóvil y que los demás cuerpos celestes giran a su alrededor. En cambio, la teoría de Copérnico es sólo aprobada en tanto hipótesis para “salvar las apariencias”. Esta teoría heliocéntrica de Copérnico afirmaba que el Sol está en el centro, fijo y que los demás cuerpos celestes giran a su alrededor. Por eso en 1597, Gali­leo al igual que Kepler (contemporáneo de él) muestran su adhesión a la teoría heliocéntrica. Porque para Galileo la teoría de Copérnico le permite explicar muchos fenómenos de la naturaleza, que las otras teorías no podían hacer (la de Aristóteles y Ptolomeo). A saber, Galileo encontró en Copérnico el sustento teórico para afirmar que la astronomía no trata de “salvar fenómenos” sino de explicar hechos y realidades.
Tercero, en agosto de 1597 Galileo muestra su adhesión a la teoría de Kepler. Esta teoría confirma y refuerza la teoría Copérnico. Porque para explicar las distancias entre las órbitas planetarias (órbitas que se consideraban circulares erróneamente) pro­puestas por Copérnico. Kepler planteó que el Sol ejerce una fuerza que disminuye de forma inversamente proporcional a la distancia e impulsa a los planetas alrededor de sus órbitas. Que luego Kepler explica en su libro “Astronomía nova” (1609) como la pri­mera ley del movimiento planetario: los planetas giran en órbitas elípticas alrededor del Sol y no circularmente.
Cuarto, Galileo en su libro “Dialogo sopra i due massimi sistemi mondo” (1632) defiende la teoría de Copérnico a través de su personaje Sagredo y refuta la concepción de Aristóteles, acerca de la distinción entre el mundo sublunar y el mundo celeste. Confirmándolo rotundamente con sus observaciones astronómicas a través del telescopio. Porque afirma que la tierra es un cuerpo como cualquier otro en el universo: sometida a movimiento alrededor del Sol. Esto produjo el ataque de la Iglesia Católica que en 1633 prohibió el “Dialogo sopra i due massimi sistemi mondo” y censuro las doctrinas de Galileo respecto a la estabilidad del Sol y el movimiento de la tierra.
Por último, durante el proceso que le abrió la Inquisición Galileo refuta inteligentemente las escrituras de la Iglesia Católica. Afirma lo siguiente: A) lo divino nos ha dotado de razón para conocer el universo a través de la astronomía, de la cual muy pocos datos traen las escrituras. B) las escrituras no mienten ni admiten replica en materias de salvación y de fe. Pero sus intérpretes pueden errar. C) las escrituras como están escritas para el vulgo en lenguaje metafórico se adaptan a las creencias comunes, pero no a las científicas. Por tanto, es mejor atenerse a los hechos verificados por la ciencia natural. D) las escrituras son buenas respecto a la fe, pero no en la ciencia. Porque en ciencia son mejores (superiores a las escrituras) la geometría y la aritmética. Y E) las verdades divinas fruto de la autoridad no pueden ser objeto de ciencia, sino las leyes naturales producto de la razón.

ASPECTO FILOSÓFICO:

Primero, Galileo estaba en contra de los seguidores de Aristóteles (los peripatéticos). Porque aquellos consideraban el testimonio de Aristóteles como irrefutable e indiscutible, sin necesidad de verificarlo con la experiencia. Asimismo, estaba en contra de la opinión general que podían tener varios individuos respecto a un determinado hecho sin basarse en la experiencia ni en la observación. Así pues, la observación, la experiencia y la verificación son pasos necesarios para obtener conocimiento científico coherente con la naturaleza.

Segundo, para Galileo “la filosofía está escrita en este grandísimo libro que continuamente está abierto ante nuestros ojos: el universo. Pero no puede entenderse si antes no se procura entender su lengua y conocer los caracteres en los cuales está escrito. Este libro está escrito en lengua matemática, y sus caracteres son triángulos, círculos y otras figuras geométricas, sin las cuales es totalmente imposible entender humanamente una palabra, y sin las cuales nos agitamos vanamente en un oscuro laberinto.”(1) Por eso la recopilación de los datos se da a través de una cierta ordenación, que es dada por la razón matemática, en la cual están fundadas las relaciones legales (leyes científicas) de los fenómenos.

Tercero, Galileo distingue las características propias de los cuerpos de aquellas que pertenecen sólo a nuestros órganos sensitivos. Estas características cuantitativas e inseparables de los cuerpos materiales son la cantidad, la figura, la magnitud, el lugar, el tiempo, el movimiento, el reposo, el contacto, la distancia y el número. En cambio los sabores, olores, colores y sonidos son características propias de nuestros órganos sensibles. De modo que, suprimido nuestros órganos sensitivos estas características subjetivas quedan eliminadas y anuladas. En esta necesidad de superar la apariencia sensible de lo puramente cuantitativo, cuyo horizonte está determinado por lo mensurable, emerge como el único conocimiento objetivo, verdadero y coherente con la naturaleza.

Cuarto, su método es a la vez inductivo y deductivo (compositivo y resolutivo respectivamente). El primero reduce a una forma legal (ley científica), a una fórmula matemática, los diversos hechos observados; en cambio el segundo deduce de la ley general los mismos hechos contenidos en aquella ley. Y ambos métodos se complementan para verificar experimentalmente (bajo el dominio de la matemática) las hipótesis.

Por último, respecto a nuestro entendimiento, en cuanto al modo y a la multitud de las cosas entendidas, es en infinita medida superado por el divino. El intelecto divino puede conocer todas las cosas con la simple aprehensión de sus esencias; en cambio el hombre sólo puede conocer pocas cosas a través de la experiencia y la verificación. Para Galileo era imposible conocer las esencias y las causas primeras o, mejor dicho, no creía que las esencias y las causas primeras fueran objetos de conocimiento científico. Y que nuestro conocimiento debe limitarse al campo de los fenómenos (esto es a determinar las características y accidentes de los cuerpos materiales). Porque la ciencia de la naturaleza no puede formarse mediante hipótesis no sometibles a la verificación experimental.

CONCLUSIÓN:

En este proceso Galileo establece una nueva visión de la naturaleza. Porque supera la limitada concepción teológica y metafísica para pasar a una concepción estrictamente científica y experimental. A saber, supera el paradigma conceptual medieval por el paradigma conceptual de la filosofía natural moderna.


Luis Carrera Honores

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Nota 1: “il saggiatore”, Galileo. Florencia, G.Barbera Editore, 1864.59 y 60 págs. Traducción de José babini. El “il saggiatore” fue publicado originalmente en 1623.

viernes, 29 de junio de 2007

Proyecto de biblioteca virtual


Hace algunos años cuando pertenecí a la Junta Directiva del Centro del Estudiantes de Filosofía nos propusimos iniciar las gestiones para la constitución de una biblioteca propia. Recogiendo la experiencia de otras juntas directivas como la del CELIN, nos pusimos como plazo 2 años. Realizamos algunas actividades económicas con el objetivo de adquirir primero las vitrinas que servirían como estantes para nuestro proyecto. Al cabo de algunas semanas logramos reunir el dinero suficiente y compramos un estante que aún se puede apreciar en el nuevo local de la Junta Directiva del CEF. Lamentablemente, las juntas directivas siguientes no culminaron el proyecto. Creo que todos estamos de acuerdo en que nuestra biblioteca deja mucho que desear y, con el actual presupuesto de la Facultad, poco o nada se puede hacer al respecto. Una de las metas que nos propusimos como grupo, al asumir la Junta Directiva, es la de culminar el proyecto que empezó hace un par de años. Creemos que es necesario, no sólo dedicarse a reclamar y pedir a las autoridades. Aunque todos conocemos la poca eficacia administrativa que se da en las instituciones públicas, entendemos que el presupuesto designado para el sector educación es nimio, y en tales circunstancias cualquier petitorio se convierte en la poco viable tarea de “pedirle peras al olmo” (por los pocos recursos económicos y también por la poca eficacia administrativa, la cual debemos excusar ya que son al fin y al cabo “hombres de letras”).
Desde hace algunas semanas, nos pusimos en contacto con algunos profesores de la escuela de Filosofía, con la intención de pedirles que nos facilitaran algunos libros de su bagaje académico, para de esta manera tener las fotocopias a disposición de nuestra biblioteca. Grande fue nuestra sorpresa cuando uno de ellos (prefiero no mencionar el nombre del profesor para evitar conflictos innecesarios, aunque con gusto se lo diré a la persona que crea importante conocer tal dato) se mostró renuente a poner al alcance de sus estudiantes tan codiciado tesoro.
Creo que hemos tenido suerte en juntar un grupo de amigos y compañeros de escuela, que si bien es cierto poseen las más antagónicas ideologías y perspectivas (eso ocasiona a veces debates de nunca acabar), poseen la más firme convicción de que de una u otra manera se debe mejorar el desempeño de nuestra escuela a todo nivel. Después de muchas propuestas sobre la realización de nuestro importante proyecto, los libros son en última instancia una de las herramientas esenciales de nuestra querida profesión, se propuso la creación de una biblioteca virtual. Dicho proyecto es, desde todo punto de vista, el mejor: ahorramos tiempo y dinero en estar “atesorando” buenas ediciones. La realización del proyecto, en tanto que inversión de tiempo, es mucho más efectivo. La administración de los libros es también más sencilla.
Para concretar tan novedosa propuesta, sólo debemos reunir el dinero suficiente para adquirir una computadora, que nos permita almacenar de manera segura y efectiva la información. Hemos logrado reunir cerca de 500 libros digitales en formato PDF, de las mejores casas editoriales (hemos considerado también la necesidad de contar con buenas ediciones) y de las más variadas áreas de la filosofía.
En los próximos días la Junta Directiva estará realizando actividades que nos permitan adquirir la computadora. Dicha máquina será patrimonio de nuestro gremio y quedará a disposición de futuras juntas directivas. Esperamos contar con el apoyo de todas aquellas personas que entiendan que un cambio puede ser gestionado y propuesto desde las mismas esferas estudiantiles.
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Óscar Ramírez

¿Por qué participar en el Comité Asesor?

El Comité Asesor es un órgano de gobierno universitario, su eje de acción son las escuelas profesionales, por lo tanto es la primera y más simple instancia de gobierno de la universidad. Está compuesto por cuatro docentes y dos estudiantes, los estudiantes conformamos un tercio del Comité Asesor, como lo es en todos los órganos de cogobierno. ¿De qué nos sirve participar en el Comité Asesor? Los estudiantes, al ser los que día a día observamos los deficientes resultados de nuestra escuela (problemas de la currícula, demora en entrega de syllabus o exámenes, mediocridad de docentes, inasistencias, impuntualidad, desactualización, etcétera) estamos en la capacidad de elevar nuestras quejas y propuestas a esta primera instancia de gobierno, ya sean tachas docentes, cátedras paralelas, revisión de contratos docentes, encuestas, etcétera.
Entre sus atribuciones básicas están las de evaluar el funcionamiento de la escuela, elaborar la currícula de la escuela y elevarla al Consejo de Facultad para su aprobación, proponer al consejo de facultad el otorgamiento de grados académicos y títulos profesionales, conocer y coordinar los syllabus de los cursos. (Para más información observar el Capítulo IV, artículo 105º del estatuto de la Universidad).

Ricardo Jiménez (representante de los alumnos en el Comité
Asesor de la Escuela de Filosofía)

Política universitaria



La política universitaria se ha reducido a la lucha entre un colectivo alienado y las autoridades que casi siempre menosprecian cualquier iniciativa estudiantil. Esta situación ha promovido el nacimiento de caudillos que lideran estas aparentes luchas reivindicativas y operadores políticos que trafican voluntades. Los operadores políticos forman parte de las dificultades de vivir en democracia, son la manifestación de la imperfección de nuestro aparentemente representativo sistema, los caudillos comparten esta característica con los operadores políticos,ambos son agentes residuales de la maquinaria democrática. Mi punto de vista es de estudiante y como tal se circunscribe a las preocupaciones de la óptica estudiantil. Con esa aclaración procederé a explicitar mi crítica a la forma en que se ha venido desarrollando la actividad política en el claustro universitario.
En mi análisis, considero que el operador político es menos nocivo para la actividad estudiantil que el caudillo universitario. El caudillo es un obstáculo inmanente, éste se encarga de entorpecer cualquier impulso estudiantil que no entone con sus pretensiones, a saber, obtener el reconocimiento popular a cualquier precio. El operador político por su parte, es un comerciante de conciencias que sólo aparece cuando las ánforas se usan para elegir a nuestras autoridades. Este agente es oportunista por excelencia y su derrota es inminente ante una comunidad estudiantil organizada que apueste por la participación política en la universidad. Por esta razón el operador político es un elemento advenedizo, un factor externo que estará presente allí donde una colectividad no esté dispuesta a asumir con hombría la labor política propia de la vida en sociedad. El caudillo en cambio es un enemigo inmanente del desarrollo de las auténticas fuerzas estudiantiles, éste obstaculiza las reales reivindicaciones estudiantiles que nada tienen que ver con el aumento de raciones alimenticias o con las exigencias mendicantes de un sector paupérrimo del estudiantado.
En consecuencia, nuestro esfuerzo debe estar focalizado en derrotar primero a los cau­dillos, a estos caciques estudiantiles que son mucho más perjudiciales que los mercade­res de la voluntad. Del mismo modo como la sociedad civil engendra y enfrenta a pro­letarios y burgueses, dueños estos de los medios de producción dentro de la propuesta teórica marxista, así la universidad engendra y enfrenta a estudiantes productores de conocimientos y caudillos con pretensiones gamonales, dueños de los medios de rebe­lión. Sólo venciendo a este enemigo inmanente es que podremos enfrentar, en tempo­rada electoral, a los operadores políticos que son estudiantes entregados a las vicisitudes del libre mercado. Entonces, y sólo entonces, estaremos en capacidad de participar de la autorregulación de nuestra comunidad universitaria.
En estos momentos, Letras es el último bastión del caudillismo, entendido como el gobierno de un caudillo. Lo más nefasto de este caudillismo es que ha hecho de la agra­fía una tradición, no puede pensar, y mucho menos escribir, lo que su antojadiza moti­vación le sugiere. Que esto no resulte extraño, pues el caudillaje siempre se caracterizó por su labor entorpecedora del real desarrollo de las fuerzas rebeldes, en nuestro caso, una rebeldía ante nuestra situación de estudiantes oprimidos por la ignorancia y la buro­cratización institucional a todo nivel.
Rehusémonos al acatamiento de los caprichos de los caudillos, estos pretende­rán engañarnos nombrándose a sí mismos defensores de los pobres y promotores de una cultura democrática. Digámosle no a las arremetidas de quienes otorgan el epíteto de “derecha reaccionaria” a quienes no sintonizan con sus propuestas mesiánicas. De no hacerlo, no habrá posibilidad de quejarnos de la universidad y su dinámica, no podría­mos emitir reclamo alguno si nos quedamos como observadores pasivos del desarrollo político estudiantil.
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Derreinenvernunft

Balance del pensamiento filosófico de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos desde 1869 hasta 1909

Esta importante investigación está siendo desarrollada por nuestros compañeros: Helí Córdova (egresado), Ernesto Llanos (egresado) y Edmundo Roque (5to año). El resul­tado de esta investigación producirá un documento indispensable para cualquier otra investigación respecto a esta importante etapa de transición del pensamiento filosófico en el Perú.

RESUMEN

El presente trabajo de investigación, se sitúa en el área de ciencias humanas y está circunscrito dentro de la siguiente línea: Crisis del humanismo. El propósito es efectuar un juicio crítico en torno al supuesto de que en la segunda mitad del Siglo XIX no se desarrolló un pensamiento filosófico peruano autentico, afirmación esta que a nuestro juicio no se ve reflejada en ningún texto que lo fundamente.

De este modo nos vemos motivados a realizar una reconstrucción de la memoria del pensamiento filosófico elaborado en nuestro país entre 1869 y 1909, rescatando las fuentes donde se encuentran plasmadas las ideas filosóficas de aquella época; fundamentalmente en el Archivo Histórico de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. En tal sentido nuestra investigación busca también brindar mayor acceso a estos textos para futuras investigaciones.

Para llevar a cabo esto, realizaremos en primer lugar una búsqueda y ordenamiento cronológico de textos, procediendo luego a una transferencia de las tesis escritas en el periodo ya mencionado a documentos de texto en formato digital que puedan estar al alcance de cualquier investigador, permitiéndole plantear, replantear, cuestionar o reafirmar cualquier teoría sobre el pensamiento filosófico de estos años en nuestro país.

Sobre la base del acopio de textos efectuado, elaboraremos un juicio crítico de las orientaciones fundamentales de la producción filosófica nacional en aquel periodo.

INTRODUCCIÓN

Justificación

Es preciso tomar conciencia sobre quiénes somos, para situar del modo más conveniente nuestros proyectos colectivos de vida y asegurar su viabilidad. ¿Cómo lograrlo? Una condición es el conocimiento adecuado de la historia de nuestro pensamiento y su desarrollo. Debido a ello se hace necesaria la investigación de las distintas ideas elaboradas por los intelectuales de la Facultad de Filosofía y Letras de nuestra casa de estudios (UNMSM); ello permitirá, entre otras cosas, evitar supuestos que afirmen o nieguen apresuradamente la existencia de un filosofar auténtico en nuestro país, sin el necesario soporte documental que aquellos juicios requieren, lo cual sólo será posible mediante el acceso a fuentes textuales fidedignas que confirmen o nieguen tales supuestos. Para ello rescataremos y sistematizaremos de modo crítico un conjunto de textos filosóficos producidos que puedan servir como fundamento para cualquier tipo de investigación seria sobre el desarrollo de nuestro pensamiento filosófico durante las tres últimas décadas del siglo XIX y la primera del siglo XX.

lunes, 18 de junio de 2007

El segundo número

Después de una semana de difundido el primer boletín, nos satisface el beneplácito con que ha sido recibido. Reconocemos especialmente al profesor Octavio Obando por su comentario crítico -plasmado en un texto- a la encuesta publicada en el primer número. Comprobamos, además, que la versión virtual ha sido visitada y comentada incluso por miembros de otras universidades como Eduardo Marisca de la PUCP cuyo blog puede ser visto en el sitio: http://castorexmachina.wordpress.com Tratamos de desarrollar estos medios de intercambio de información y opinión aprendiendo de nuestros propios errores y tratando de dar sentido a nuestra propia experiencia. Es difícil, porque por un lado está la ausencia de alguna experiencia similar en nuestra facultad de la que tengamos noticia y por otro, la falta de costumbre de comunicar nuestras ideas. Estamos aprendiendo sobre la práctica, hemos sido condenados a ser autodidactas. Sin embargo, nos ha renovado las esperanzas el hecho de encontrar en muchos de nuestros compañeros el interés por publicar sobre sus puntos de vista, sus estudios e investigaciones y sus oportunas críticas sobre el contenido y presentación del boletín y el blog. Agradecemos su participación y siempre tendremos en cuenta que éste es un proyecto colectivo y quien quiera participar en él, sólo tiene que presentar sus textos o críticas

¿Para qué sirve el Integrado?

Apuntes para un debate

Muchos de nosotros al ingresar a la facultad hemos esperado un encuentro con cursos que nos ilustren sobre lo que la facultad entiende como ciencias humanas y lo que hemos encontrado es el primer año de estudios, el llamado año Integrado.
Este primer año de materias cursadas de forma integrada entre las seis escuelas de la Facultad de Letras, pretende tener un carácter propedéutico y de selección, que permita un desenvolvimiento óptimo del alumno cuando, a partir del segundo año, realmente ingrese a los estudios de su carrera.
¿Cumple el Integrado con estos fines propedéuticos y de selección? , para dar respuesta debemos distinguir entre los cursos que se desarrollan durante el primer año y que dividiremos en:

Introducción a las humanidades
- Filosofía
- Literatura
- Arte
Propedéuticos para la investigación y producción académica
- Técnicas de Estudio e Información
- Lengua Española (I y II)
- Lógica I
Ciencias Auxiliares
- Matemática Básica
- Biología General
- Historia de las Culturas Peruanas

Además de estos cursos, están los cursos de especialidad, que en nuestro caso son: TEORÍA DE LA CIENCIA (en primer ciclo) y FÍSICA (en segundo ciclo). Estos cursos ameritan una discusión aparte.

¿El Integrado otorga competencias deseables para la investigación académica?
Para responder a esta pregunta analizaremos los cursos destinados a tal fin, los cuales son los que hemos llamado Propedéuticos para la investigación: El curso de técnicas de estudio permitiría el manejo correcto de la información, tanto en el nivel de la investigación como la comunicación. Lengua Española debería otorgar competencia en la redacción de textos y los recursos mínimos para la producción escrita. Por último, Lógica debería abordar el problema de la argumentación y la coherencia del discurso.

¿Permite un trabajo interdisciplinario?
El hecho de llevar cursos de forma integrada con las otras cinco escuelas de nuestra facultad, supone que habrá una relación entre distintas vocaciones de estudio y apertura al mundo, pero ¿realmente sucede así? o es simplemente el resultado de una medida administrativa que facilita la organización de los estudios.

¿El Integrado cumple con seleccionar a los alumnos listos para cursar los niveles superiores?
No, y aquí la respuesta es definitiva, si se examina los cursos requisito para cursar el 2do año de Filosofía, se podrá observar que basta con aprobar Introducción a la Filosofía en primer ciclo, y si se desea, Lógica I, en el segundo ciclo, para llevar todos los cursos de la carrera por completo. Vale decir, que el resto de fines mencionados que deberían ser alcanzados mediante el estudio satisfactorio de los otros cursos carecen de importancia real en el plan de estudios, ya que se pueden dejar indefinidamente o cursarlos al final de la carrera, mucho más como un requisito burocrático que como un requerimiento intelectual.

De la naturaleza

Esta es una reseña sobre el texto de Octavio Chon “Naturaleza”, la cual pretende tan sólo mostrar lo que comprendí del texto y alguna inquietud que surgió en la marcha de su lectura.
1° Este es un discurso que presenta una reflexión ética acerca de la acción del hombre sobre la naturaleza, entendida ésta, en un principio, como la realidad externa y circundante al sujeto de acción.
2° El discurso toma como punto de partida la observación de los hechos, siendo estos los actos del hombre sobre la naturaleza, actos que tienen como único fin el bienestar del hombre.
3° Los fines de las acciones humanas los elige la conciencia que posee y realiza cada uno de los seres humanos, por lo que el discurso de Chon intenta descubrir tres cosas: a) la conciencia del hombre que se asume como distinta a la naturaleza es una falsa conciencia, en tanto no hace uso de su absoluta libertad para elegir los fines adecuados a sus propios intereses, sino que se encuentra mecanizada al adoptar irreflexivamente el aparato de valores que le presenta imperativamente la sociedad a la que pertenece; b) cuando el hombre se da cuenta de que ha hecho uso de aquella falsa conciencia es que puede iniciar la verdadera reflexión sobre la relación que establece la naturaleza con él, reflexión en la cual concibe su pertenencia a aquélla; c) el reconocimiento de tal pertenencia modifica la estructura valorativa del sujeto reflexivo, así como la concepción de sí mismo, la de un sujeto que depende de la naturaleza y que se configura de acuerdo a sus leyes, al parecer, tanto físicas como espirituales. Al fin, una vez transitada esta odisea, el ser humano pleno se halla en condiciones de actuar responsablemente sobre el mundo del cual se siente parte.

Basándome en ésta reseña, me pregunto si habrá una relación tan estrecha entre las acciones que realizamos cotidianamente y los fines a los que aspiramos para realizarnos como seres plenos, pues siempre habrá una realidad que se presente como negación de nuestra existencia, y que paradójicamente constituye el espacio mediante el cual podemos intentar realizar los fines que hemos elegido o adoptado. Por otro lado, no estoy tan seguro de la necesaria conclusión a la que llegaría la negación de la conciencia mecanizada, ¿acaso no podríamos concluir que el mundo es tan sólo un recurso finito del cual podemos echar mano en cuanto no afecte a las condiciones necesarias para la vida? Me parece que cualquier ser humano que se reconozca como habitante del mundo puede darle un valor al mismo de tal manera que se adecuen a los fines que se proponga realizar.

Gonzalo Morán

La a-utilidad de la Filosofía

Parece ser lugar común de muchos filósofos el reflexionar acerca de su entorno social y, a través de ello, buscar cómo lograr una reforma o revolución de su realidad, una realidad que los ‘aplasta’, que los tiene ‘marginados’ y con la que se sienten inconformes.
Así lo vemos en dos filósofos del siglo XIX, Comte y Marx. Precisamente en Comte, la filosofía es definida como el sistema general de las concepciones humanas, propio de cada estado teórico en la marcha progresiva del espíritu humano (Humanidad), siendo el estado positivo y por consiguiente la filosofía positiva la fase última, fija y definitiva en este progreso. Dicha filosofía positiva debe captar todos los fenómenos como si estuvieran sujeto a leyes naturales (necesarias e invariables), que al ser descubiertas deberán ser reducidas por el filósofo positivo al menor número posible; en otras palabras, el filósofo es el que determina exactamente el espíritu de la ciencias positivas, sus relaciones y enlaces (esa es su tarea en la estricta división del trabajo hecha por Comte). El filósofo, según el positivismo, es un científico; que, en tanto positivista, vincula la filosofía con la política (que son inseparables); y como ‘sabio positivo’ debe detentar el poder espiritual (intelectual/teórico) pues debemos tener en cuenta que “las ideas gobiernan el mundo”. De todo esto, el filósofo (sus doctrinas y por ende la filosofía) es útil en tanto pretende y logra la (última) superación social, la “sociedad armoniosa” basada, por supuesto, en una ciencia y una religión positivas.
Esta utilidad de la filosofía es evidente, también, en el marxismo, que la entiende como conocimiento verdadero de la realidad, como una ciencia positiva que debe pretender la transformación del mundo y no la mera interpretación de este. Sólo se supera la filosofía realizándola y esta encuentra sus armas materiales en el proletariado. “Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo”, reza una famosa tesis, que parece resumir en una conjunción adversativa toda la doctrina en relación a la utilidad de la filosofía, ligándola después con la abolición del proletariado. La filosofía es útil en tanto es la “cabeza” (guía) de la inminente revolución.
Desde mi punto de vista, la filosofía está por encima de la esfera de la utilidad o la inutilidad. La filosofía es a-útil. Esta es una definición sólo de índole negativa.
Es connatural a todo ser humano el sentimiento de inconformidad ante la realidad que le toca vivir, y esto es evidente en estos dos filósofos, mas cuestiono el hecho de tener que llamar a los planteamientos frutos de esa inconformidad (en tanto llevados a su extremos de realización práctica) como filosóficos. Es cierto, no es posible desvincular al hombre de la sociedad en la que vive (“el hombre es un ser social”); sin embargo, pretender que la utilidad máxima (sine qua non) de la filosofía radica en dirigir una pretendida revolución, fruto de elucubraciones intelectuales, es peligrosa para la subsistencia de la filosofía, pues puede hacerla caer en el dogmatismo (negándose a sí misma). La necesidad de la filosofía trasciende a su pretendida utilidad. El llevar a la práctica las ideas filosóficas no es una tarea inherente a la filosofía. Esto no significa desmerecer y negar la necesidad de los cambios planteados por estos filósofos, sino pretende recordar la esencia (si cabe hablar de esencias) de la filosofía: “la búsqueda incesante (e infructuosa) de la verdad”
Eurípides Mandeville

Nietzsche y el cristianismo

Nietzsche hace gala de su pluma virtuosa para criticar duramente al cristianismo, prueba de ello es el afamado libro El Anticristo. Maldición sobre el cristianismo. En él, este filósofo condena la tradición cristiana como una doctrina que adultera la realidad. El cristianismo se ha encargado de invertir la tabla de valores que tienen los hombres, de este modo lo que se tenía por malo, ahora es bueno y viceversa.
Nietzsche rastrea el origen de esta perniciosidad y la encuentra en la tradición hebrea. El pueblo hebreo, como todos los pueblos sobre la faz de la tierra, se ha planteado la disyuntiva entre el ser y el no ser, los hebreos, según Nietzsche, apostaron no sólo por el ser sino por el ser a toda costa. El cristianismo se presenta como una tradición que ha trastocado los valores humanos de un modo particular. El padecer (Leiden) que ya es en sí un estado funesto, se torna más patético cuando se convierte en compadecer (Mitleiden), se transmite como una enfermedad. Nietzsche dice que el cristianismo es un vicio, pues no existe nada que resulte más malsano, en medio de nuestra malsana humanidad, que la compasión cristiana.

El budismo y el cristianismo son comparados por este pensador, para él ambas son religiones del nihil, sin embargo, Nietzsche respeta más al budismo pues éste nos habla a secas del sufrimiento humano, ante lo cual el budista responde con el ascetismo y la negación de la carne. El cristianismo en cambio, introduce conceptos como el de pecado para hacer referencia al sufrimiento y el de redención para significar la contraparte. Esta multiplicación innecesaria de conceptos forma parte de la política adulteradora que asume el cristianismo, convierte lo malo; es decir lo débil, enfermo y decadente en lo bueno para el cristiano, mientras que lo bueno; lo fuerte, radiante y sano pasa a tomar el lugar de lo malo. Así, el cristianismo configura lo que se conoce como la moral del esclavo en oposición a la moral del amo o señor.

La solución sugerida por Nietzsche consiste en la inversión de la tabla de valores incorrectamente establecida por el influjo cristiano, esto significa poner sobre sus pies, en su real posición, nuestra apreciación valorativa. De este modo, la terapia que la cultura habría de asumir consistiría en intentar la posibilidad de que, en algunos individuos al menos, pueda sustituirse un modo de interpretar la vida por otro, y puedan invertirse el conjunto de sus valoraciones principales por las contrarias.

El cristianismo invade todas las esferas del ser del hombre occidental, incluso toma formas muy sutiles como la metafísica kantiana que, en palabras de Nietzsche, no es sino una teología de lo más artera. En nuestro medio somos testigos de cómo el cristianismo en su versión católica inficionó todos los espacios públicos y privados en que los hombres se desenvuelven. La política adulteradora del cristianismo a la que hacemos mención ha trastocado notablemente las firmes convicciones de una sociedad jamás oprimida por el yugo eclesiástico, de ahí que nuestra sexualidad por ejemplo, haya sido constreñida a no expresarse bajo pena de condena moral. Aun en nuestros días, las relaciones sociales a todo nivel están impregnadas de cristianismo. La actividad intelectual no escapa a esto, en ella observamos tendencias que pretenden sacralizar alguna corriente o pensador. No está mal tener autoridades en un tema, lo criticable es tener ídolos que nos presten sus textos para hacer exégesis religiosa. Nuestro punto de vista sugiere tomar en cuenta el aparato crítico detrás de cada pensador para poder hacer un examen menos monacal de su pensamiento.

En suma, la advertencia nietzscheana no es sólo una arenga producto del resentimiento de un hombre frente a su tradición sino más bien el corolario de un fino análisis de su tiempo y sus circunstancias.

Truhánpragmatista

Política y universidad

Ante una cierta cantidad de comentarios –críticas bastante ácidas, aunque algunas bienintencionadas con respecto al CEF- quisiera compartir mi personal punto de vista sobre la actividad política desarrollada en la escuela por las juntas directivas tradicionales. Y lo hago de manera personal porque, como a muchos, me molesta el anonimato. Un claro ejemplo lo constituyen las votaciones efectuadas en el congreso, hechas anónimamente, debido a lo cual no tenemos una idea de cuál era la verdadera línea de la gente que en un momento elegimos.
Hay al menos dos formas de entender la política. Una, contra la cual abiertamente estamos, es la del lobby entre autoridades, profesores y alumnos –en puestos gremiales o de co-gobierno- que impide el correcto desarrollo de las funciones de la universidad como institución educativa. Considero que como junta directiva tenemos dos deberes al respecto: por una parte, defender tanto la libertad política como la de expresión de los estudiantes de la escuela, así como su simple derecho a estudiar, y por otra parte, apoyar en la medida de lo posible al Tercio Estudiantil sin robarle funciones. La otra forma de entender la política es aquella que, bien entendida, está necesariamente acompañada de eso que algunos ven como academicismo, y que yo defiendo abiertamente. Para explicarlo responderé a una persona que en el blog del boletín firma un comentario como “Kaliningrado”. Él habla de “…intereses de estudiantes preocupados por su coyuntura social, política e histórica”; los cuales, supongo yo, habrán de traducirse en una posición política propia que, aun más, implicarán una vida y acción política. Y llegamos a la praxis. Debo suponer que esa praxis es similar a la del médico fiel al juramento hipocrático, más parecida a la del político comprometido y, según interpreto y con diferencias de escala, igual a la de un político nacional en una época de crisis. Me quedaré con esta última palabra y lo que implica.
En una crisis propia de su profesión, aquel médico tendrá que usar el conocimiento que heredó a través de sus estudios de facultad, de años y aun siglos de descubrimiento y desarrollo efectuado por colegas suyos. Así, problemas como un ataque cardíaco, una embolia cerebral, un tumor en los huesos y algún día el SIDA obtienen una solución. La pregunta es: ¿es también necesario todo eso para el hombre comprometido a solucionar una crisis política? Por lo que creo, y a partir de mis breves avances en epistemología, historia de las ideas políticas e incluso mis aún incipientes conocimientos de ontología, concluyo que es absolutamente necesario aprovechar las herramientas conseguidas hasta ahora. Como demuestra bastante bien el libro I de La República: que el poder sea para “el más fuerte” no le hace provecho ni siquiera a él, con lo que la política no es un asunto de fuerza; como se muestra en los cuatro libros siguientes y en el Fedro, la retórica que se da a las masas no asegura un camino correcto. Si alguien ve un camino diferente al estudio y análisis del mundo y sus problemas –por un espíritu de diálogo por el cual puede preguntar- aquí tiene quien escuche lo que tenga que decir.
Creo que no hay gran diferencia entre quien de corazón espera ayudar en algo a resolver los problemas de la escuela y la facultad y un político “revolucionario” a escala nacional. Pero todos los que queramos desarrollarnos en ética, filosofía del derecho y filosofía política debemos darnos cuenta de que llevamos sobre nuestras cabezas una espada de Damocles, que representa no sólo a nuestros enemigos “políticos”, sino también a nuestras responsabilidades con los demás, por lo que tenemos la obligación de defender un adecuado ambiente de estudio.
Como dije alguna vez: ¿qué harías si te enteraras de que el médico al que confías la vida de tu familia aprobaba sus materias con once? Esta idea debe ser parte de la autocrítica regular que debe realizar alguien preocupado por su coyuntura social, política e histórica; y con mayor razón si estudia en una universidad en su mayor parte pagada por el resto de peruanos y un tanto por él, digamos diez o tal vez treinta soles. Por último, tengo que terminar haciendo pública mi posición ética para mis funciones, que es una ética de mínimos contra el usual mesianismo de las éticas de máximos; y, por si acaso, mi tendencia política gira en torno a una socialdemocracia liberal que algunas veces, con resentimiento de mi tradicionalismo como derecho cultural, simpatiza con la centroizquierda.
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1. “Me ha parecido más que polémica la clara posición apolítica de la nueva junta directiva del CEF. ¿Es que acaso se quieren desentender de su responsabilidad para con los estudiantes agremiados? Personalmente me gustaría saber qué posición tienen respecto al atropello cometido contra los derechos estudiantiles al elegirse decano de manera irregular. Muchos de nosotros estamos en contra de posturas academicistas como la vuestra. ¿Cómo piensan conciliar nuestros intereses de estudiantes preocupados por nuestra coyuntura social, política e histórica con los suyos que son abiertamente indiferentes ante esta problemática?” [Kaliningrado, 7 de junio de 2007 9:53]

Naturaleza

Éste no es un mero discurso ideológico o algún método para convencer a la gente; en cambio, trata de tomar conciencia de lo que hacemos. Cualquier discurso con fines políticos o ideológicos puede incitar a la emoción más que a la reflexión y, por consecuencia, la persona tiende a ser persuadida con facilidad. Dicho sea de paso, el aferrarse a cierta ideología divide a la gente, y lo podemos ver en las guerras; en el momento que humanos matan a humanos;
la destrucción de la naturaleza. La explicación de estos atroces crímenes es el simple hecho de que cuando lo político, lo ideológico, se torna más importante en exceso, entonces todo lo demás pasa a menor plano y se permite atentar contra la vida. Esto es obvio, podemos ver cómo los intereses se tornan más importantes que la vida misma, la naturaleza en sí.Es un asunto importante que merece ser visto de manera madura y responsable. De lo que aquí se trata es de hechos y requiere ser visto con seriedad:No se está en contra del avance de la ciencia y la tecnología; es una idea totalmente distorsionada con fines psicosociales para persuadir a muchas personas el pensar así. En cambio, nos referimos a la toma de conciencia de la gente, ya que una mente sin verdadera conciencia de lo que sucede es mecánica, y siendo así, obviamente es insensible, debido al olvido de su verdadera naturaleza que es la de ser humano. Sólo una mente mecánica, una mente muerta e insensible permite que se cometan atrocidades en el planeta y contra nosotros mismos.Se está a favor de la ciencia con conciencia. De esta manera todo acto que atente contra la naturaleza, que también nos implica, sea cesado. Lo que aquí manifiesto son sucesos obvios –reitero– que pueden observarse a simple vista, y para ello se requiere gran sensibilidad, en el sentido de retornar a ser verdaderamente humano y evitar actuar mecanizadamente, indiferente al entorno.Todo acto que atente contra la naturaleza nos atañe, es momento de ser responsables con aquello que nos da vida.


La desaparición de la naturaleza es inevitable, por que es deseado por el nuevo poder económico. Porque?Por 3 razones:1- La desaparición de la naturaleza y el aumento de la contaminación va han convertir a los individuos aun más dependientes del sistema económico para su sobrevivencia, y van a permitir la generación de nuevas formas de lucro (particularmente con el consumo creciente de medicamentos y prestaciones medicas... ).2- Además, la naturaleza constituye una referencia de otro orden, el del universo. La contemplación de la belleza y de la perfección de este orden es considerada subversiva: ella encamina al individuo a rechazar la fealdad de las zonas urbanizadas, y a dudar del orden social que debe permanecer como su única referencia.La urbanización del medioambiente permite de ubicar las poblaciones en un espacio totalmente controlado, y donde el individuo esta totalmente inmerso en una proyección del orden social.3 - En fin, la contemplación de la naturaleza incita al sueno e intensifica la vida interior de los individuos, desarrollando su sensibilidad propia, así como su libre arbitrio.Ellos dejan entonces de estar fascinados por las mercancías, y se desvía de los programas televisados destinados a idiotizar y a controlar su mente-espíritu. Liberado de sus cadenas, los individuos empiezan a imaginar otra sociedad alternativa, fundada sobre otros valores que no sean el lucro y el dinero.Todo lo que puede llevar a los individuos a pensar y a sobrevivir por ellos-mismos es potencialmente subversivo. (para leer el texto completo)


Existe gente que manifiesta que es ésta nuestra realidad y que no hay nada por hacer, pero, ¿es esto cierto? Si nosotros quisiéramos mantener a las personas adormecidas, una manera inteligente de hacerlo es simplemente lo siguiente: hacerle creer que su realidad es la única que hay y que no se puede hacer más, que siempre ha sido así y siempre lo será; esto es un hecho y es obvio, de ahí la importancia por una verdadera transformación en nosotros mismos. Simplemente abrir los ojos, despertar.Con todo lo manifestado aquí, podríamos decir que la contaminación de la naturaleza no se limita únicamente a intereses económicos. Trasciende lo económico y debido al condicionamiento que se implanta, sólo unos pocos logran atisbar lo que en verdad sucede. No me estoy refiriendo a alguna teoría de paranoia conspirativa, ni nada por el estilo, simplemente señalo que se mantiene distraída a las personas de lo que sucede, puesto que así es más sencillo distorsionar el tema y motivarlos a que vean en el lugar menos indicado. Estos son hechos, y para poder observarlos con suma claridad se requiere libertad, sacudirse del miedo y de las autolimitaciones. Libertad mental en el sentido de que la influencia social –ya sea ésta manifestada como prejuicio o alguna otra influencia psi­cológica– no se plasme como neblina en la observación.Si en nosotros, en lo interior, en la psiquis, no ocurre una transformación como perso­nas, el mero intento por querer mejorar lo que nos rodea tendrá poca significación.¿Y esto por qué?, porque si no ocurre una verdadera transformación interna, cualquieraque sea puede venir y otorgar un método dando resultados totalmente distintos a lo que la gente esperaba, y esto justamente es lo que está sucediendo en muchas partes del planeta. Entonces, se requiere independencia psicológica, verdadera madurez para que así suceda lo que suceda, todo lo necesario podrá nacer directamente de nosotros y re­conocer quién es quién.Que lo que hagamos nazca de nosotros mismos, ya que así, hagamos lo que hagamos, será constante, puesto que lo que permanece somos nosotros mismos. Y en esto hay gran energía, lo que justamente se precisa para la acción por la cual tomemos un rumbo totalmente distinto y se pueda vivir mejor. Somos fuertes en la medida en que nosotros mismos nos lo permitimos.

Octavio Chon

viernes, 15 de junio de 2007

III Simposio Metropolitano de Estudiantes de Filosofía

Convocatoria. Del 13 al 16 de noviembre 2007

El Comité Organizador del III Simposio Metropolitano de Estudiantes de Filosofía (13-16 de noviembre, Auditorio de Humanidades del Campus PUCP), invita a los alumnos de las distintas especialidades de las comunidades universitarias participantes a tomar parte del evento mediante el envío de ponencias.Este año las reflexiones del Simposio girarán en torno a “El Futuro y la Filosofía”, tema que puede abordarse desde distintas perspectivas (por ejemplo: la filosofía en el futuro, la actualidad de los clásicos, corrientes filosóficas actuales, la adecuación de los discursos filosóficos para el futuro, un futuro sin filosofía, el futuro de la filosofía como disciplina, la filosofía como continuo horizonte interpretativo, entre otras). La interpretación del tema queda abierta al criterio del autor. Para participar se ofrecen dos modalidades: Mesas Redondas, (presentación del tema con las correspondientes réplicas, privilegiando el espacio para el diálogo) y Ponencias, (lectura de los trabajos y preguntas posteriores). Los textos deben contar con una extensión máxima de 10 páginas para las ponencias y 6 para las mesas redondas, en letra Times New Roman de 12 puntos, a espacio y medio. Además, se deberá colocar una sumilla de 5 líneas que explique los alcances de la exposición. Se solicita también adjuntar los datos personales del autor (nombre, universidad y especialidad). Se recuerda a los interesados en participar que dentro de los criterios de evaluación se exigirá el atento cumplimiento de los requisitos arriba señalados.
Las ponencias serán enviadas al correo: isef@pucp.edu.pe hasta el viernes 17 de agosto. Para mayores informes, remitirse también a este correo electrónico.
Comité Organizador del Tercer Simposio Metropolitano de Estudiantes de FilosofíaE-mail: isef@pucp.edu.pe

jueves, 7 de junio de 2007

encuesta: acerca de la práctica de la investigación en los alumnos de filosofía


10. ¿Estás acostumbrado a la práctica de investigación? Si tu respuesta es sí ¿De qué manera?
El número entre paréntesis corresponde al año académico que cursa el alumno encuestado.

No.. ¿por qué?
estoy en proceso (4)
me gustaría tener más tiempo (3)
porque jamás me dejaron muchos trabajos de investigación (1)

sí…
- aislándome y alejado de las ciudades con todo el material que necesito (2)
- aplicando la creatividad (2)
- de algún modo sí (3)
- de vez en cuando (4)
- en un orden propio, utilizando el método científico (1)
- indago textos, algunas tesis y, sobre todo, navego por internet (1)
- desempeñando otro tipo de actividades (en otras áreas como el arte) (4)
- divulgando los trabajos (2)
- desarrollo de monografías, etc. (1)
- en los múltiples trabajos de los profesores (4)
- haciendo trabajos para los cursos (3)
- describiendo, comprobando, explorando hechos simples y complejos (1)
- hago mis propias lecturas sobre los temas que más me interesan conocer (3)
- investigación bibliográfica, crítica, contrastación (buscar caso que se contradigan) formulación de hipótesis (4)
- las lecturas que alternativamente hago (sociología, psicología, etc.) para una visión más amplia y con objetivos de interés (3)
- leyendo textos y escribiendo (2)
- libros y observación , lo primordial es lo segundo (2)
- En la medida que problematizo lo obvio y busco una explicación (1)
- libros, bibliografía, conferencia, entrevista y diálogo con la realidad (2)
- sólo en lo que me interesa. No suficiente como para caracterizarme como “investigador” (5)
- me gusta investigar en base a la práctica, porque no hay mejor manera de entendimiento (1)
- buscando e indagando en bibliotecas o encuestas hasta encontrar la información necesitada (1)
- no hay forma de desligarse de aquello que te apasiona y siempre se busca información, se analiza, se compara, se contrasta con toda fuente que se te posibilite y uno siempre “va en el carro pensando en alguna formulación” (2)
- como mis inquietudes me lo permiten (1)
- al interesarme un tema, busco autores que ya lo hayan tratado y a que conclusiones llegan (1)
- pero no específicamente filosofía. También literatura e historia. (3)
- pero no en sentido profundo, me gusta mucho indagar, pero creo que eso es lo que hace que me guste la investigación (1)
- por actividades profesionales y trabajo individual (4)
- por mi cuenta (5)
- al hacer un trabajo, siempre trato de ahondar lo más posible (4)
- para cualquier trabajo investigamos (2)

encuesta: coherencia entre la praxis cotidiana y la filosofía

9 ¿Crees que debe haber coherencia entre la reflexión filosófica y la praxis cotidiana? ¿Por qué?
El número entre paréntesis corresponde al año académico que cursa el alumno encuestado

No, porque…

- lo que se piensa escapa a la realidad y viceversa; sólo aceptarla (2)
- podemos plantear modelos, pero estos modelos dejan de tener validez si se los aplica a la realidad. (2)
- la filosofía es inútil en la práctica, pero constituye un saber valioso (1)
- pueden ser complementarias, pero en el fondo tienen distintos objetivos (4)
- no, necesariamente, porque la reflexión filosófica muchas veces es irreal...(1)

Sí, porque…

- lo primero se complementa o corrobora con lo segundo (2)
- uno debe actuar según lo que dice o declara, no puede contradecirse (2)
- al conocer se hace realidad lo que se conoce (2)
- ambas van juntas “palabra sombra de la acción” (4)
- como filósofo no abandonas los quehaceres cotidianos (2)
- el conocimiento que uno tiene es conocimiento si es válido y es verosímil para la convivencia social (1)
- de lo contrario caería en una intelectualismo vacío (5)
- para tener reflexión filosófica hay que tener vivencia (1)
- sería absurdo tener un vasto conocimiento de las cosas y no desarrollarlo en el día a día (1)
- el discurso debe ir junto con la acción de lo contrario lo dicho es pura charlatanería (2)
- tiene que vincularse la filosofía, es una ciencia que se demuestra en la práctica (1)
- el hombre es un ser que vive en comunidad y no aislado del mundo (4)
- es inherente a la realidad (2)
- es la vida (2)
- es lo que se vive sólo que se aplicará en forma sistemática (3)
- hay que entender a la realidad y conocerla en todos los campos para utilizarla (1)
- uno debe ser consecuente con lo que se dice o piensa (1)
- la filosofía nos debe ayudar a guiarnos de la mejor manera en nuestros procesos diarios, puesto - que esta busca explicaciones locales y totalizadoras (1)
- hay contradicción en creer en un sentido y actuar en otro (4)
- la filosofía no se da por sí sola (4)
- de lo contrario la filosofía sería estéril (5)
- la reflexión filosófica explica el mundo, es coherente actuar (en el mundo) a partir de ella (4)
- la verdadera comprensión implica acción (2)
- no debemos alejarnos de la reflexión de nuestro entorno (3)
- no soy hipócrita (3)
- para mí no es un deber el que haya coherencia, pero es una concepción ética (4)
- para que tenga un sentido teleológico de la filosofía (2)
- personalmente existe (4)
- por consecuencia (4)
- de otro modo no habría utilidad, en la vida cotidiana, en el estudiar filosofía (1)
- la reflexión filosófica busca la verdad y hacer la verdad es mejor (1)
- por la consecuencia de las acciones con lo que uno habla (3)
- a través de la reflexión filosófica se sabe lo que uno va a hacer en la práctica cotidiana (1)
- sería estúpido “entender a Descartes sin terminar su libro” (2)
- ayuda como instrumento en la acción del hombre (3)
- si la práctica es coherente con la forma de pensamiento que la explica, ésta termina siendo falsa (1)
- de ésta parte nuestra actitud hacia la vida (2)
- sino sería estéril, platónica (1)
- de lo contrario quedaríamos en la simple teoría (2)
- el quehacer filosófico siempre estuvo relacionado con una praxis (4)
- este es su sentido originario (4)
- la filosofía si no tiene alguna aplicación no serviría para nada práctico (3)
- sino, sirve para quedarse en la pura teoría (3)
- puede ser un medio útil para realizar distintas metas sociales (3)
- sencillamente eres lo que piensas. Mente y acto no pueden estar desunidos (3)
- sino sería simple juego del pensar y por lo tanto estéril para la realidad (2)
- tu reflexión debe ir de acuerdo a tu realidad (2)
- para así poder tener una filosofía peruana y dejar de parafrasear la extranjera (1)
- Kant es un buen ejemplo (1)
- pues hay que ser consecuentes. Si tenemos una opinión dada de la filosofía, pues demostrémosla (3)
- es necesario una coherencia entre lo que se piensa y lo que se hace (1)
- pues hay que ser consecuente con nuestras posturas. Si se predica lo que no se práctica, se falta el respeto a uno mismo (1)
- la filosofía se hace mediante la práctica y las vivencias y eso te lleva a la reflexión (1)
- si la reflexión y la praxis no van juntas el filósofo pierde seriedad (1)
- sería mejor predicar la moral con el ejemplo. Pero la sociedad impide o dificultad realizarlo (3)
- si asumimos un determinado punto de vista ético, nos comportamos en la práctica según dichos principios (4)
- sin llegar a extremos. Eso te permite estudiarla con otras disciplinas (2)
- sino no tiene sentido (5)
- una sociedad con una forma de pensamiento debe ser el reflejo de sus propios individuos (2)

No preciso
- depende del marco de la reflexión; y lo que se entienda por cotidiano (5)
- ¿por qué PRAXIS? ¿término marxista? ¿Qué intenciones tiene? (1)

encuesta: ¿Cuánto tiempo es necesario para estudiar filosofía?

Las respuestas a la pregunta acerca del tiempo de duración de la carrera de filosofía. La intención de la pregunta era averiguar la opinión de los alumnos acerca del tiempo que consideran es necesario para estudiar una carrera académica como la filosofía y adquirir los conocimientos necesarios para continuar con sus propios proyectos.

3. ¿En cuánto tiempo has proyectado acabar tu carrera? ¿Por qué?
El número entre paréntesis corresponde al año académico que cursa el alumno encuestado.

5 años…
- extenderlo sería una perdida de tiempo (4)
- para avanzar en la investigaciones, filosóficas, políticas y del ser humano como individuo. (2)
- es el tiempo necesario para tener una base de conocimientos (2)
- Es lo que me falta para poder ser bachiller (2)
- extenderlo sería una perdida de tiempo (4)
- tengo la necesidad de largarme de este país (1)
- porque no pretendo atrazarme en nada, mas eso no quiere decir que ahí terminen mis estudios en filosofía, que es un proceso largo y riguroso (1)
- quiero estudiar economía (1)
- para avanzar en la investigaciones, filosóficas, políticas y del ser humano como individuo. (2)
- es el tiempo necesario para tener una base de conocimientos (2)
- es lo que dura y es suficiente (1)
- Es lo que me falta para poder ser bachiller (2)
- es mi deber (3)

- y 20 años en postgrado. Estudiar ética, política y derecho incluyendo la investigación particular (en filosofía), derecho y ciencias políticas (4)
- Es que espero llevar bien el currículo, aunque no es del todo seguro (2)
- extenderlos sería demasiado (4)
- no deseo perder el tiempo, además puesto que nos es difícil vivir de ello, uno debe proyectarse a otras opciones, rápido (3)
- No hay tiempo que perder. (2)
- no se necesita más (5)
- para dedicarme a las investigaciones de otras áreas (4)
- para seguir una maestría (5)
- [en cinco años], pero la actividad filosófica es para toda la vida. (2)
- es lo establecido para acabar una carrera. (2)
- eso dura (3)
- estoy apurado (2)
- busco estudiar otra carrera que me ayudé a complementar mis conocimientos (1)
- tengo otros planes que concretar (3)
- quiero dedicar más tiempo a la investigación (5)
- pienso estudiar otra carrera y nunca me ha gustado perder el tiempo (1)
- requiero aplicar ideas propias y disponer del tiempo suficiente (4)
- quiero trabajar en lo que se refiere a mi carrera (1)
- valoro mi tiempo (1)
- mientras más pronto acabe me permitirá especializarme en mi carrera más profundamente (1)
- son suficientes para cursar el pregrado y dedicarme a la investigación en la maestría. (5)

6 años...
- pienso presentar una tesis después de acabada la carrera. (2)
- quiero hacerla tranquila y con dedicación (2)
- me tomo mi tiempo (3)
- quiero aprender los temas a desarrollar a profundidad y es necesario no llevar todos los cursos en su momento (1)
- asumiendo que el traslado interno me demore un poco (1)
- tengo intenciones de estudiar idiomas (3)
- quiero llevar bien todos los cursos (3)
- nada en especial (4)
- considero que es un tiempo razonable (4)
- pienso estudiar otra carrera más (4)

7 años…
- la filosofía es vida no es una carrera, se debe seguir paso a paso. (2)
- por la dificultad de los cursos, para aprender bien de la enseñanza (adquirir conocimientos) (2)
- tengo pensado seguir estudiando otras carreras más (3)
- me parece prudencial y conforme con mis posibilidades (4)
- porque estudio en otra universidad (5)
- el sanmarquino acaba en 6 ó 7 años (1)

8 o más…
- en consecuencia a mi motivación para estudiar filosofía: transformar la realidad. (2)
- primero que es una carrera como filosofía no debe enmarcarse en años. Esta rigurosidad le va bien a otras carreras como: Lingüística o Comunicación Social. (3)
- circunstancias han impedido acabar en el período programado (4)
- Quiero mantenerme estudiando el mayor tiempo posible. (2)
- hasta morir, uno nunca termina de conocer (1)

resultado de la encuesta acerca del interés por alguna escuela, pensador o corriente filosófica



Kant 11 %
Nietzsche 9 %
Aristóteles 8 %
Heidegger 8 %
Platón 8 %
Filosofía antigua 6 %
Ética 6 %
Marx 6 %



menos de 5%

Ontología 4 %
Existencialismo 3 %
Sartre 3 %
Utilitarismo 3 %
Axiología 2 %
Filosofía moderna 2 %
Presocráticos 2 %

1% o menos:

Del Vecchio
Empirismo
Fenomenología
Filosofía analítica
Filosofía contemporánea
Filosofía de la religión
Filosofía latinoamericana
Filosofía oriental
Hartmann
Husserl
Krishnamurti
Lao tse
Lógica
Materialismo filosófico
Pragmatismo
Racionalismo
Revisionismo (?)
Schopenhauer
Wittgenstein

Observaciones:
El 35% de encuestados no respondió o preciso algún interés particular.
Si bien la pregunta aludía a escuelas, pensadores o corrientes filosóficas; muchas de las respuestas se refirieron etapas históricas de la filosofía como la filosofía antigua o moderna y a disciplinas filosóficas como la ética o la ontología.

miércoles, 6 de junio de 2007

¿Por qué no funcionan los planes académicos?


Cualquier plan académico formulado por el Centro de Estudiantes de Filosofía puede tener una proyección detallada de sus metas y una medida cuantitativa y cualitativa de resultados. Puede ser en el papel un gran plan, pero mientras dicho plan no tome en cuenta los principales problemas de nuestra comunidad filosófica, éste será nuevamente un intento de reformar el mundo con la punta del lápiz. Los problemas principales, en nuestra opinión, son el formalismo producto de la burocratización de nuestros estudios y la ausencia de la comunidad de diálogo.
Entendemos el formalismo como la construcción lógica de las instituciones con independencia de su aspecto material. La universidad peruana actual es el resultado del proceso de masificación de la educación en las décadas de los 60’s y 70’s. Uno de los resultados de esta aparente democratización de la universidad fue la burocratización no sólo de los procesos administrativos, sino con suma gravedad, la de los estudios e investigación. El día de hoy, pasando por años de gobiernos que le han asignado a la universidad la labor de contención de la insatisfacción de las clases medias y pauperizadas, hemos adoptado las normas burocráticas para nuestra propia organización estudiantil y para nuestro proceso de conocimiento. Lo podemos observar en nuestras asambleas estudiantiles, que además de la poca asistencia de los alumnos, dedican su valioso tiempo a discusiones respecto a la formación de comisiones que casi siempre se disuelven por inacción y desidia. Se puede discutir sobre el estatuto del Centro de Estudiantes durante años sin llegar a ninguna conclusión. Muchos de nuestros compañeros de estudio viven pensando en el creditaje de sus cursos y no en el contenido de dichos cursos. La mayoría de nuestras investigaciones se reducen a lo mínimo que exige cada profesor en su syllabus, que también es motivo de debate, pero no por el contenido, sino por el cronograma de exámenes y el método de evaluación, lo que obliga a muchos profesores a tener el cuidado de un notario al presentarlo para no ser luego objeto de reclamos. Tenemos que soportar a profesores incompetentes porque según las normas y reglamentos han ocupado una plaza docente y por lo tanto han pasado al nivel de intocables. Así, tenemos investigadores que no investigan; profesores que no enseñan y alumnos que detestan leer, escribir y debatir. Porque así como los profesores pueden ocupar una plaza cumpliendo con presentar los papeles que se les pide, cualquier peatón, sin ninguna vocación humanista y filosófica, puede entrar a la escuela fácilmente, aprobar su creditaje y ser un bachiller que luego enseñe en alguna secundaria o academia pre-universitaria y quién sabe, con los contactos adecuados, ser catedrático de nuestra universidad.
La ausencia de la comunidad de diálogo es el segundo de los problemas principales. Inquirir sobre este problema debe hacerse a partir de nuestra propia subjetividad. Antes de cualquier salto teórico lo primero que debemos preguntarnos es: ¿con quién en esta escuela puedo sostener una conversación provechosa? y la contrapartida de esta pregunta ¿con quién jamás podría hablar? Examinando las respuestas podremos hallar en ellas los mismos motivos que impiden la formación de una comunidad nacional. La respuesta usual ante la descomposición de nuestra comunidad de estudio filosófico es el recurso del invidualismo que puede ser expresado en la siguiente consideración: ya que la comunidad no puede darme nada bueno, salvo dos o tres profesores que valen la pena y un par de compañeros con los que puedo hablar, entonces mi proyecto de estudio será el de la inmersión completa en mis propias investigaciones que cuando ya estén maduras podré compartir con el mundo, especialmente si estoy fuera de este miserable país. El resultado es simple, el individualismo en el desarrollo de nuestro programa de investigación termina siendo agrafía, pedantería intelectualoide e incapacidad para el debate. En suma, individualismo gnoseológico.
Los espacios de diálogo han sido desarmados y convertidos en lugares de simple tránsito o encuentro amical. Es lo que pasa en las asambleas de estudiantes, en las conferencias y seminarios y especialmente en los mismos salones de clase que parecen convertirse en seminarios teológicos donde el asentimiento se premia y la discusión sofoca.

La junta directiva del Centro de Estudiantes plantea esto no sólo como una crítica, sino especialmente como una autocrítica, tanto del gremio como de nosotros mismos, como individuos que conformamos la junta directiva y las comisiones. El haber sido una lista electoral que tuvo como lema la ética y el diálogo no fue otra venia al apreciado sonido de estas palabras, que por su ambigüedad y aceptación suelen ser usadas vanamente. Nuestro plan de trabajo apunta en primer lugar a incidir sobre estos problemas que se reflejan y se alimentan en la subjetividad de nuestros propios compañeros y de esta manera darles contenido en el plano concreto de la formación de nuestra comunidad. Debemos recuperar los contactos con la realidad misma de nuestra comunidad, así el resultado de este análisis sea la evidencia de la gravedad de nuestra propia descomposición es nuestro deber como estudiantes de filosofía el no mentirnos con ilusiones reconfortantes. Debemos asir los problemas que subyacen a nuestras circunstancias y reconstruir lentamente los vínculos en nuestra comunidad. La conclusión es evidente: urge abrir el debate.

El Plan Académico y las jornadas curriculares

Hemos articulado el plan académico en función a nuestro diagnóstico y teniendo como una meta práctica la realización de jornadas curriculares en nuestra escuela a mediados del ciclo 2007-II, donde vamos a examinar el plan de estudio de nuestra carrera para modificarlo y adaptarlo de acuerdo a las experiencias recogidas durantes estos años de vigencia del presente plan académico. Las jornadas curriculares son asambleas en donde estudiantes y profesores discuten y aprueban las modificaciones al plan de estudios vigente.
Todos los estudiantes tienen derecho a participar y expresar sus puntos de vista y planteamientos. Nuestra intención es llegar a dichas jornadas con una discusión interna viva y con propuestas estudiantiles de consenso. Participar en las jornadas curriculares es una de las ocasiones en que podemos poner en práctica los conocimientos adquiridos, y medirlos en debate con los profesores, en busca de mejorar nuestra comunidad.

Trabajaremos en tres niveles:
• Grupos de estudios, que pueden tener la forma de: CÍRCULOS DE ESTUDIO para los alumnos y graduados que deseen profundizar en un autor, corriente o escuela filosófica, el fin de estos círculos de estudio es la investigación y la producción de textos que den cuenta de su trabajo. CÍRCULOS DE LECTURA, serán grupos de lectura y comentarios de textos, se realizarán previa o simultáneamente a un curso. Por ejemplo, previamente al seminario de Tomás de Aquino se puede realizar un círculo de lectura de la Summa Theologica. Por último los TALLERES, cuyo fin es dar asesoría a los alumnos que tienen dificultades para la comprensión de algún curso. No debido a la falta de dedicación, sino a los problemas de aprendizaje que pueden arrastrar desde nuestra carente escuela secundaria o nuestro poco eficiente curso integrado. Por ejemplo, los problemas de la gramática española para las lenguas clásicas o la fobia de algunos compañeros a la Lógica.
• El segundo nivel consistirá en la realización de CONVERSATORIOS previos a las Jornadas Curriculares, donde serán invitados profesores para que hagan una exposición y un balance de su experiencia en el curso que han tenido a cargo y su perspectiva de las jornadas curriculares. Inmediatamente después de dicha exposición se iniciará el conversatorio con los alumnos a fin de expresar sus puntos de vista respecto a los temas abordados e ir perfilando propuestas concretas con miras a las jornadas curriculares.
• El tercer nivel es el de la comunicación constante mediante el BOLETÍN y el BLOG del centro de estudiantes. Este será el medio mediante el cual los estudiantes estarán constantemente actualizados de los debates e iniciativas individuales o grupales de los miembros de nuestra comunidad filosófica con el fin de que participen directamente expresando su opinión, ya sea como un comentario o con un artículo.

El fin de todos estos niveles de trabajo es dejar de ser receptores pasivos, temerosos de expresar nuestra opinión, y formar parte de la comunidad plenamente, que desde nuestro punto de vista es una de las formas auténticas de hacer filosofía y no sólo ejercitar nuestra memoria.

Resultados de la encuesta del Centro de Estudiantes de Filosofía

Entre los días 31 de mayo y 2 de junio la Junta Directiva realizó la primera encuesta del año en la escuela de filosofía. Ante la carencia de datos reales sobre la opinión de los estudiantes respecto a su propio proceso de aprendizaje, se decidió realizar una encuesta que diese cuenta de las preguntas más recurrentes que suelen hacerse nuestros compañeros. Nos alegró contar con el apoyo de los profesores, a quienes se les pidió un tiempo de su clase para llevar a cabo la encuesta. También reconocemos la disposición de la mayoría de nuestros compañeros.
Se entrevistó a 92 alumnos de un total de 277, es decir el 33% de los alumnos matriculados. La encuesta se realizó en los cursos con mayor asistencia del alumnado.
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1. ¿Por qué estudias filosofía?
a. Me permite estudiar al mundo como totalidad……..45 %
b. Satisface mis necesidades espirituales o existenciales……..24 %
c. Quiero tener una profesión ………12 %
d. Quiero transformar la realidad……6 %
e. Quiero trasladarme a otra escuela o facultad………4 %
No Responde – No precisa………9 %
2. te interesa alguna escuela, pensador o corriente filosófica en particular? ¿cuál?
a. Respondió……..65 %
No responde – No precisa…….35 %
3. ¿En cuanto tiempo has proyectado acabar tu carrera?
a. 5………….55 %
b. 6………….19 %
c. 7…………..7 %
d. más de 7…..5 %
No responde - No precisa…….14 %
4. ¿en qué quieres trabajar, terminada tu carrera?
a. Investigador………………..40 %
b. profesor universitario……..15 %
c. asesor de proyectos sociales………13 %
d. asesor político……..11 %
e. profesor de secundaria……….6 %
f. otro rubro………..6 %
No responde - No precisa…………..9 %
5. ¿sabes lo que es la representación gremial?
a. Sí……….60 %
b. No……….35 %
No responde - No precisa……..5 %
Si respondiste sí ¿Cuál es tu opinión?
a. Es relevante en la defensa de los derechos estudiantiles……26 %
b. Ayuda a los estudiantes en los procesos administrativos………11 %
c. Es inútil e innecesaria………..10 %
d. Ayuda en la formación intelectual………9 %
No responde - No precisa…………4 %
6. ¿En tu opinión que universidad de Lima tiene la mejor escuela de filosofía?
a. San Marcos………….49 %
b. Católica………………28 %
c. Ruiz de Montoya……..8 %
d. Villarreal………………..1 %
e. Pontificia y Civil de Lima………..0 %
No responde - No precisa………………14 %
7. Crees que la filosofía es…
a. de utilidad para entender la realidad…………….39 %
b. útil para entender el proceso del pensamiento……….26 %
c. saber que me permite actuar en el mundo real…………12 %
d. Útil como práctica humanista……………10 %
e. Inútil en la práctica, pero constituye un saber valioso………6 %
f. Estéril desde todo punto de vista, pero un juego privilegiado del intelecto…………….3 %
No responde - No precisa………………4 %
8. Crees que la filosofía y la lógica son disciplinas…
a. Complementarias…………………79 %
b. distintas con áreas independientes de estudio…………..10 %
c. no es necesaria la lógica para estudiar la filosofía………..7 %
No responde - No precisa………………4 %
9. ¿Crees que debe haber coherencia entre la reflexión filosófica y la praxis cotidiana?
a. Sí……………….85 %
b. No………………6 %
No responde - No precisa……………….9 %
10. ¿estás acostumbrado a la práctica de la investigación?
a. No……………46 %
b. Sí……………..44 %
No responde - No precisa……………..10 %

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martes, 5 de junio de 2007

Normas para la publicación en el boletín del CEF

El boletín del CEF tiene una ver­sión en papel y otra virtual en Internet. El conte­nido no será idéntico. El comité editorial deci­dirá las contribuciones que se publi­carán en cada versión. Todas las contribu­ciones sin publicar serán devueltas a sus autores con la explicación del motivo de su re­chazo.

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1. El tipo de texto debe ser de ca­rácter argumentativo
2. El rechazo completo a cual­quier forma explícita o sola­pada de argumentum ad homi­nen.

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Se pueden enviar los textos al email:
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